La experiencia de Irene con el aprendizaje del inglés siempre fue bastante negativa y durante un tiempo terminó cogiéndole un poco de manía.
En su opinión, esto se debe en gran medida a los profesores que ha tenido a lo largo de su formación académica en este idioma, pero a pesar de ello, un año decidió irse al extranjero y, a partir de ese momento, empezó a gustarle un poquito más el inglés.
En su caso, además, cabe destacar que tiene dislexia y, aunque ella es una campeona y siempre ha tratado de que esto le afecte lo mínimo posible en su aprendizaje, es un pequeño hándicap a tener en cuenta.
No obstante, cuando empezó a formarse en inglés con nosotros, todo fue a mejor y ahora su relación con el idioma ahora es fantástica, debido en gran medida a que se ha topado por fin con profesores estupendos, muy atentos con ella; clases dinámicas y con un método de enseñanza que a ella le ha funcionado muy bien.