Si bien antes del inicio de la pandemia, ya sabíamos que Internet era una herramienta muy útil a la hora de trabajar, ahora somos plenamente conscientes de que Internet es absolutamente indispensable en las relaciones laborales, ya que nos permite estar conectados con nuestros jefes y compañeros a pesar de que estemos separados por kilómetros de distancia y que podamos incluso trabajar de manera simultánea como si estuviésemos sentados uno al lado de los otros en la oficina.
Este hecho repercute directamente y de manera positiva en la formación de los empleados de una empresa, ya sea en inglés o en cualquier otro ámbito:
1. Desplazamiento
Hasta hace cuestión de un año y medio, cuando hablábamos de formación, solía ser el profesor el que se desplazaba a las instalaciones del cliente para impartir las clases a los trabajadores o eran éstos los que tenían que venir a la academia para tener clases, lo cual conllevaba una pérdida de tiempo y, en ocasiones, de dinero en el desplazamiento.
2. Green positive
Otra ventaja que hay que señalar es que la formación online tiene también un valor añadido en lo que se refiere al cuidado del medio ambiente, ya que, además de que no necesitamos desplazarnos para asistir a las clases y, de este modo, se reducen las emisiones que puedan generar los medios de transporte; normalmente se hace más uso de material en formato digital y no en papel, utilizándose recursos que suelen ser más audiovisuales y actuales, con lo cual las clases terminan resultando mucho más dinámicas y entretenidas.
3. Accesibilidad
La formación presencial también limitaba mucho al trabajador, ya que, si se encontraba fuera de la oficina por cualquier motivo, perdía la oportunidad de asistir a la clase. En cambio, con la formación en modalidad online, da igual dónde se encuentre porque, siempre que se encuentre disponible en el horario de clase y, por supuesto, tenga conexión a internet, podrá conectarse y no tener un vacío del contenido que se imparta en la sesión. El estar de viaje por negocios ya no es una excusa para no acudir a clase.
4. Especialización
A lo largo y ancho de la geografía Española hay muchas empresas con varias sedes. Por lo general, en cada sede hay empleados con diferentes funciones y, por tanto, diferentes necesidades a la hora de comunicarse en inglés. Anteriormente, en la modalidad presencial, en un mismo curso estaba solo el personal de cada sede, que podía ir desde personal de recepción y administrativos hasta los comerciales y técnicos e incluso, muchas veces, también la dirección.
Ahora, con la flexibilidad y accesibilidad de las clases online, tenemos la posibilidad de formar grupos más homogéneos en cuanto a sus necesidades de inglés. Por ejemplo, si una empresa tiene tres sedes y en cada sede tiene a dos personas dedicadas al tema comercial, puede formar un curso online para sus seis empleados comerciales. De este modo, el curso estará completamente adaptado a sus necesidades a la vez que les será más productivo y la empresa no tendrá que contratar a tres profesores distintos.
5. Simular la vida real
Finalmente, en el ámbito laboral, cada vez se hacen más frecuentes las presentaciones o reuniones online y esto normalmente suele ser un hándicap para muchos trabajadores, puesto que no se sienten demasiado cómodos a la hora de exponer una presentación en una reunión virtual, especialmente si se tiene que hacer en otro idioma, y, con las clases online, casi sin darse cuenta, el trabajador se va acostumbrando a este nuevo modelo y va adquiriendo seguridad para cuando tenga que ponerlo en práctica en la vida real.