¿Cuántas veces has empezado con un curso de inglés? y, ¿Cuántas veces has abandonado antes de terminarlo? ¿A qué se debe?
En casi todos los procesos de aprendizaje, ya sea aprender a caminar, a montar en bici, a leer, a jugar al pádel o a hablar inglés, nos encontramos con momentos de “bache”. Esos momentos donde nos caemos al andar, se nos cala el coche o fallamos una volea en el pádel, pero, aún así, nos levantamos, arrancamos el coche de nuevo y volvemos a nuestro sitio en la pista para sacar de nuevo.
¿Por qué, entonces, cuando tienes un “bache” en tu curso de inglés lo dejas?
Puede haber varias razones por ello:
- No sabes lo que quieres
¿Tienes un objetivo con tu curso de inglés? ¿Sabes dónde quieres llegar? ¿Qué quieres poder hacer con tu inglés de aquí a 6 meses? Muchas veces no tenemos respuesta a estas preguntas. Nos apuntamos a un curso porque queremos “mejorar nuestro nivel de inglés”, pero no especificamos a qué nos referimos con ello. Y como no sabemos muy bien a dónde queremos llegar, tampoco sabemos cuando hemos llegado a nuestro objetivo y es normal dejar tu curso diciendo: “esto no es lo que me esperaba”.
- No sabes cómo hacerlo
¿Siempre que empiezas con un curso de inglés haces lo mismo? Si antes no te funcionaba ese método, ¿Crees que ahora sí funciona haciendo lo mismo? A lo mejor es hora de cambiar de estrategia. Busca formas diferentes de trabajar para mejorar tu inglés y llegar a tus objetivos. Sobre todo en tu tiempo de estudio y práctica del inglés. Cambiando la estrategia te puede llevar, por fin, al éxito.
- ¿Qué te estás diciendo?
Los “baches” en el aprendizaje son normales. A todos nos pasa. Es signo de crecimiento y de que estemos saliendo de nuestra zona de confort y más cerca de nuestro objetivo.
Pero muchos de nosotros identificamos estos “baches” no como parte del aprendizaje sino como un fracaso puro y duro. Y es cuando nos decimos cosas como: “no sirvo para esto”, “el inglés no es lo mío”, “será mejor dejarlo y hacer otra cosa”, “me va a pasar lo mismo de siempre”, o, lo más dañino para el aprendizaje; “¿Ves,? soy malo en inglés”.
Es importante quitarnos estas ideas de la cabeza, analizar la situación y verla tal y como es: una parte difícil de tu proceso de aprendizaje.
En las sesiones de coaching para aprender idiomas, trabajamos todos estos temas y ayudamos a nuestros alumnos a:
- tener un objetivo claro
- tener una estrategia que funciona
- no bloquearse a sí mismo
Nada de esto es fácil. Todo aprendizaje es un camino con curvas, rectas y baches. Pero todo aprendizaje también debe tener una línea de meta y allí es donde nosotros llevamos a nuestros alumnos.