Europa está hecha de millones de historias. Cada uno de nosotros nos hemos criado con las historias de nuestros antepasados, las cuales están vinculadas a sus culturas e identidades nacionales, y son estas historias del pasado las que nos cuentan quiénes somos. En otras palabras, las historias nos dan forma.
Sin embargo, donde hay un «nosotros» también hay un «ellos» y, en demasiadas ocasiones, escuchamos que lo que les convierte en «ellos» es el hecho de que sus historias son diferentes a las nuestras.
Pero la realidad es otra, ya que la inmensa mayoría de las historias nacionales están llenas de conexiones con otras naciones y culturas europeas. Nombres de lugares, palabras que utilizamos, costumbres que tenemos, platos «nacionales», celebraciones que sentimos como «nuestras», incluso muchos de los nombres y apellidos que sentimos como «nuestros», son en realidad algo que compartimos y tenemos en común con muchos otros países de la Unión Europea y sus ciudadanos.
No obstante, aún así, hay un importante y peligroso sublevamiento por parte de aquellos que todavía creen en la diferencia entre «tú» y «yo» en el contexto de la Unión Europea y que se centran en las diferencias (muchas veces inexistentes) entre las distintas naciones de la Unión y no en lo que nosotros, como europeos, somos, lo cual está conduciendo a un auge del extremismo tanto en política nacional como internacional.
La Unión Europea, por su parte, tiene como objetivo dar a conocer el patrimonio histórico común de sus estados miembros y, en sus textos, más concretamente en el artículo 1 del Convenio Cultural Europeo de 1954, afirma que los estados firmantes promoverán el conocimiento compartido de su historia nacional y se comprometerán también a dar a conocer su patrimonio histórico común.
Las historias están vinculadas al lenguaje y dominar lenguas extranjeras es una de las competencias clave de la Unión Europea. Además, una forma poderosa y muy eficaz de aprender idiomas es a través de las historias.
Sin embargo, en los libros de texto de aprendizaje de idiomas que se utilizan en la inmensa mayoría de los centros escolares de la Unión Europea se hace muy poco uso del patrimonio cultural o de aquellas historias que sirven de vínculo entre países y culturas.
Por ello, Babel Idiomas en Málaga creó el proyecto Shared (Hi)stories, en el que participan también organizaciones de Bélgica, Serbia, Grecia, Turquía y Portugal. Nuestro objetivo es abordar juntos las siguientes necesidades:
- Mejorar el dominio de lenguas extranjeras.
- Crear conciencia sobre la propia herencia e identidad cultural.
- Fomentar el pensamiento crítico en contextos internacionales y culturales (ser crítico tanto con las historias propias como con las ajenas).
- Crear un entendimiento común y fomentar la capacidad de ver una historia desde distintos puntos de vista.
- Reforzar el sentimiento de ciudadanía de la Unión Europea y de pertenencia a algo que va más allá del país y su cultura nacional.
- Capacitar a los profesores para que puedan abordar estas cuestiones en sus clases.
- Proporcionar materiales y herramientas que puedan utilizarse en las clases de idiomas y que respondan a estas necesidades.
El proyecto se dirigirá a los profesores de secundaria, cuyos alumnos serán los beneficiarios finales.
Durante la fase de ejecución del proyecto, desde enero de 2022 a noviembre de 2024, las 6 organizaciones participantes producirán los siguientes resultados:
- Manual de historias compartidas.
- Un mapa histórico interactivo online.
- Un curso online de formación para el profesorado.
- Material didáctico para las clases de inglés de alumnos de secundaria.
- Un canal de YouTube con testimonios de alumnos y sus opiniones sobre historias compartidas.
Si eres profesor, estudiante, padre, o «simplemente» alguien interesado en la cultura europea, la sensibilización cultural, el aprendizaje de idiomas o la narración de cuentos, háznoslo saber y te mantendremos informado sobre todos los resultados del proyecto. Escríbenos a info@babelidiomas.com.